SINGLE LADIES. Hola, ¿estás soltera?






    Para contrarrestar el peligroso chute de azúcar que nos enchufa el mundo durante el 14 de Febrero y evitar un ataque en serie de hiperglucemia, se viene celebrando desde hace algunos años ya el Día de la Soltería el 13 de Febrero. 

   
Según un estudio elaborado por la Universidad de Texas en 2008, las personas solteras son más felices que las que viven en pareja. Además, llevan una rutina más saludable que las que tienen una relación estable: un 45,9% afirma que duerme mejor, un 47,8% dice practicar más deporte  y un 31,3% afirma comer mejor.

   
Una de las voces internacionales más expertas en soltería y defensora a ultranza del “no es soltero el que no le queda otra, sino el que se lo monta” (más o menos) es, sin duda, la de la doctora Bella DePaulo, profesora de psicología en la Universidad de California y autora del libro Single Out: How Singles Are Stereotyped, Stigmatized and Ignored, and Still Live Happily Ever After (2007). Este exhaustivo estudio de la soltería ha pasado a convertirse en un punto de referencia obligado para toda aquella persona interesada en averiguar por qué los solteros y las solteras se vinieron arriba en un mundo empeñado en emparejar al ser humano sí o sí. Muchas, variadas y atinadas son las razones que la doctora DePaulo esgrime a favor de la soltería. Escojo algunas:

-Poder viajar donde se quiera sin tener que encontrar un destino que guste a toda la familia.

-Poder estar sol@ tanto tiempo como se desee sin tener que dar explicaciones sobre el porqué y sin que eso sea motivo de una disputa conyugal.

-Gozar de más tiempo libre para las actividades que un@ desee sin necesidad de que tenga que cuadrar con la agenda de la pareja.

-Poder tener relaciones sexuales con distintas parejas sin engañar ni ser deshonest@ con nadie.

-Y, sobre todo, poder construir una vida que sea significativa para un@ mism@ y llenarla de las cosas que a un@ le gustan, sin necesidad de sentir que tiene que agradar a otra persona para ser feliz.



    A mí me vale.

   


    Ya, pero una vez vendida la moto de la soltería, como mujer soltera y peleona que soy, lo que más me interesa es destacar la diferencia entre solteros y solteras. Lo de ser soltero respetado entra en el lote de lo masculino y está mucho más aceptado socialmente que lo de ser soltera. ¿Has visto, nena, qué bien que me lo monto? Nosotras, en cambio, nos hemos visto obligadas a sortear un montón de prejuicios y de sinsabores hasta conseguir demostrar que si estamos solteras es porque nos da la gana. Que me dejes de dar la brasa ya, joder, he dicho que no me caso y sanseacabó.


  Los juegos del Hombre
  
  Son muchos los solteros del mundo que asoman la cabecita por la fachada de su condición. Ya se sabe, al hombre se le va la fuerza por la… Bueno, por ahí también, pero sobre todo por la boca. Histórica y socialmente, los solteros siempre estuvieron bien vistos, el listo que no se ha dejado pillar por una mujer. 
   

    Cuando traspasamos la fachada y nos adentramos en el mundo real del soltero, comprobamos que son muchos menos los que saben estar solos, disfrutan de la soledad y escogen estar solteros. En realidad, estos últimos son una minoría selecta y rara. De hecho, la mayoría de hombres son criaturas dependientes que buscan desesperadamente compañía al precio que sea.
    Más del 90% de los varones son incapaces de terminar una relación insatisfactoria, a menos que hayan encontrado una pareja de substitución. No sé yo si Mapfre se habrá planteado incluir una cláusula que contemple esta eventualidad… Y como cree el ladrón que todos son de su condición, la primera reacción que tiene un tipo al que la pareja femenina abandona es: “¿Estás con otro?” “No, gilipollas, sencillamente, me harté de aguantar tu tontería.”





    Solas

    Las mujeres, por el contrario, hemos tardado tantos siglos en conseguir independencia profesional, financiera y emocional, a pesar de todo y de todos, que somos muchas las que nos resistimos a renunciar a tamaña conquista. ¡Sí, soy soltera! ¿Qué pasa? Hemos pasado de solteronas a solterazas




   Se acabó lo de sentirnos culpables por disfrutar y pasarlo bien cuando estamos solas. Que les den. También nos sacudimos de encima la losa matrimonial con la que el lobby familiar nos ha machacado durante siglos y tan solo cargamos con ella tras haberlo meditado muy mucho. Y si la cosa no pita, no nos da tanto reparo terminar la relación porque, básicamente, no nos asusta la soledad. 
    
    Lo de ser madre soltera dejó de ser un hándicap también para muchas de nosotras y cada vez es mayor el número de mujeres que gozan de la maternidad en solitario. 
    Tanto es así que, en Estados Unidos, se ha convertido en una práctica habitual de las solteras famosas: 

    La exuberante Sofía Vergara fue madre muy jovencita y sacó adelante a su hijo Manolo ella solita:

Sofia Vergara y Manolo

 Sharon Stone fue madre soltera de tres hijos, Kate Hudson tiene dos, al igual que Diane Keaton que se decidió a adoptar en plena madurez:

Diane Keaton con su hija Dexter y su hijo Duke

    Charlize Theron y Sandra Bullock adoptaron sendos hijos al romper sus relaciones.

Sandra Bullock y Louis

   Madonna tenía dos hijos biológicos y adoptó dos más al quedarse soltera, bueno y está la supermami Mia Farrow, ¡madre soltera de seis hijos!

    ¡Y la de madres solteras anónimas que hay por ahí! Con poca pasta, haciendo auténticos equilibrios y jugándose la salud para poder sacar adelante a sus hijos y a ellas mismas sin rechistar.

    
   
 La Conquista del Tiempo y el Espacio

    La primera vez que abrí el tesoro de la vida en soledad y adquirí conciencia de lo preciado que era andaba yo por los 27 años. Ya estaba preparada para degustarlo. A pesar de ser hija única y de haber necesitado siempre mis momentos a solas y mi territorio, había pasado de vivir con mis padres a alquilar un pisito en el que apenas si dormía por estar terminando mi carrera universitaria mientras trabajaba en la radio y daba rienda a La energética Galdón con todas sus consecuencias. Un año después, me decidí a compartir mi vida con un hombre durante más de siete años, en SU apartamento, y cuando, por fin, pasados esos años, me separé y tuve mi propio espacio, lo flipé.



    Recuerdo una tarde, sin duda especial porque cierro los ojos y la revivo plenamente, en que tenía yo puesta mi música clásica y leía con deleite en mi sillón orejero, los pies reposados en una cómoda banqueta. Levanté, de pronto, la vista, la posé en el inmenso magnolio que tenía ante mí, miré en derredor y… ¡GUAU! ¡Me sentí tan feliz! Era una felicidad nueva, sin usar, que había adquirido de pronto y me llenaba de una dicha intensa y nueva también. Y solo mía. La sensación que experimenté en aquellos momentos fue tan intensa e increíble que me propuse a mí misma no renunciar a ella pasara lo que pasase. 
    Cosa que incumplí, todo hay que decirlo, apuntándome de nuevo, unos años más tarde, al desgaste existencial de la vida en pareja. Esa vez la cosa no pasó de cuatro años. Y cuando terminó me dije a mí misma: “Pongo a Dios por testigo de que si me vuelve a entrar el arrechucho del apareo con amor va a tener que ser cada uno en su casa. No voy a volver a renunciar a la conquista del tiempo y el espacio. Por estas.”

    Y así ha sido.

    Una habitación propia

    En lo que a mí respecta, ya no se trata tan solo de negarme a firmar un contrato sentimental exclusivo con otra persona, sino de vivir sola. Necesito estar sola para experimentar plenitud y todo aquel/la que lo desee puede comprobarlo, si así lo desea, leyendo la entrada publicada en este mismo blog, Oh sole mía, que se ha convertido en una de las más populares.

   
Virginia Woolf fue la primera mujer que plasmó en un ensayo literario las tremendas dificultades que sufría cualquier mujer de su tiempo que deseara dedicarse a escribir. Le encargaron una conferencia sobre la mujer y la literatura y de ahí nació su excelente y amplio ensayo Una habitación propia. Lo primero en lo que hace hincapié la autora inglesa es en las barreras educativas de una época en que para que una mujer pudiera acceder a la biblioteca de la universidad, por ejemplo, debía ir acompañada de un profesor o llevar una carta de presentación. 
    Lo siguiente que Woolf destaca es la necesidad de independencia económica para toda mujer creadora en una frase que hoy parece obvia: “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si desea escribir ficción”. Así como la discriminación alimenticia de que las mujeres eran objeto. Y denuncia que mientras los hombres se alimentaban de lenguados, perdices con salsas, ensaladas, patatas y lo regaban todo con vino; las mujeres debían conformarse con sopa sencilla, sobras de carne, bizcocho, quesos y agua. “Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien.”



    La autora británica no fue soltera, de sobras es sabido su matrimonio con Leonard Woolf, conocido principalmente por ser el marido de Virginia Woolf. Aunque su matrimonio era suficientemente abierto y peculiar como para permitir que nuestra autora mantuviera otras relaciones sentimentales con hombres y mujeres.

    Solteras Famosas y Poderosas

   
Jane Austen
Escribir es un acto estrictamente solitario y supongo que por eso abundan las escritoras solteras: Jane Austen, Emily Dickinson, de las hermanas Brontë, tan solo Charlotte estuvo casada un tiempo, mientras que Emily y Anne nunca lo hicieron y Patricia Highsmith, entre otras.






Algunas solteras han llegado a marcar el destino del mundo y han dado mucha guerra. 
Es el caso de la reina Isabel I de Inglaterra, también conocida como “la reina virgen”. Tuvo muchos amantes, pero nunca se casó porque dicen que se negaba a compartir su poder con un hombre. Hizo del Reino Unido una potencia europea a nivel político, económico y cultural.


Otra soberana soltera culta y relevante no solo en la historia de su reino fue la singular Cristina de Suecia, gran mecenas de las artes. Muchos fueron los artistas e intelectuales que mantuvieron correspondencia con esta brava mujer y participaron en sus proyectos. El mismo René Descartes, amigo personal de la monarca, acabó trasladándose a Estocolmo, en donde moriría en 1649. Ese mismo año, Cristina anunció oficialmente al Consejo del Reino sueco, que llevaba años acosándola y promoviendo su matrimonio, que no pensaba casarse con nadie. Las luchas intestinas entre la reina y los nobles acabaron por hartarla y en 1654, anunció su deseo irrevocable de abdicar.  


Florence Nightingale o “la dama de la lámpara”, llamada así por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara, para comprobar el estado de sus pacientes. Enfermera, escritora y estadista británica, está considerada como una de las grandes pioneras del concepto moderno de enfermería. La que durante tantos años se curtió como enfermera de guerra, acabó fundando en 1860 la Escuela de Enfermería del Hospital St. Thomas de Londres, sentando las bases de la profesionalización de la enfermería. Fue la primera mujer aceptada en la Royal Statistical Society británica y con su nombre fue bautizado el Juramento Nightingale que todos los estudiantes de enfermería pronuncian al graduarse. Asimismo, el Día Internacional de los Enfermeros se celebra el 12 de mayo, conmemorando el nacimiento de Florence.

Coco Chanel, cuya impronta estética nunca ha dejado de tener relevancia, fue otra mujer que nunca se casó. Nació en 1883 y las monjas del orfanato en que se crió le enseñaron a coser. En 1910, abrió su primera tienda, introduciendo su propio perfume y el primer traje Chanel. Así nació su imperio de la moda. Y aunque creó un sinfín de trajes clásicos y patentó la esencia de los perfumes más sensuales, no se dejó seducir por el matrimonio.

En la actualidad, son muchas las mujeres que no renuncian a su soltería:

Ophra Winfrey, la reina de la televisión norteamericana. Sus interpretaciones cinematográficas no son nada desdeñables, no olvidemos que su papel en El color púrpura (1985), dirigida por Steven Spielberg, le valió una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto. Su recreación como esposa de Forest Whitaker en El Mayordomo (2013), de Lee Daniels, es excelente.



Naomi Campbell, Juliette Binoche, Susan Sarandon, Diane Kruger o Eva Mendes son algunas de las famosas solteras más destacadas en el panorama internacional.

¡Feliz Día de los Solteros y de las Solteras!

Comentarios

  1. Com sempre estupenda tocaya. Jo te aseguro que si pogués tornar enrera sería una soltera empedernida. Ja es diu dels errors se apren.

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  2. Hola, guapa! Només aprenendels errors els qui volen. N'hi ha que es passen la vida cometent els mateixos, jajaja!!

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  3. Joer qué subidón! Gracias por verbalizar todo esto. Al leer tu artículo (bien escrito, documentado y valiente) me doy cuenta de que soy solteraza. No descarto tener pareja pero ha de ser con quien yo conserve o quizás aumente mi espacio, mi tiempo y mi vida interior. Un abrazazo!!!

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  4. Un placer, Rosa!! Solteraza de alto copete.

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  5. "Son muchos menos los que saben estar solos, disfrutan de la soledad y escogen estar solteros. En realidad, estos últimos son una minoría selecta y rara" Pues aquí estoy yo. Nunca he vivido en pareja, no puedo comparar, pero de naturaleza soy solitario y poco social (que no sociable), y visto lo visto en las relaciones de las personas que tengo a mi alrededor, jesusito de mi vida, ¡que me quede como estoy!

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  6. GENIAL POST!!...
    ¡Es que no le falta de nada!, solteras, sí, independientes, también.
    Mucha gente me dice que el ser humano "está hecho" para vivir en pareja, algo así como una necesidad que debe ser cubierta...hoy en día sigo siendo incapaz de entender este "razonamiento" pero ya se sabe "para gustos,colores";así que cada un@ elija el que más le guste.
    Saludos!

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